En la actualidad el hombre está sumergido en un remolino de situaciones que no comprende, la velocidad de los cambios han hecho que este como tal se deprima. En estos tiempos el ser humano necesita más que nunca encontrarse a sí mismo, por lo que el psicólogo tiene una función social inevitable, que es ayudar a las personas a encontrar su centro y aprender a confiar en su propio discernimiento, pero, para lograr que esta función se realice de manera adecuada y propia para los cambios, se necesita ser un ente ético, un ser humano que se reconozca por su accionar y sus determinados hábitos que causen efectos buenos en los demás, sin importar el lugar donde se desenvuelve ni el área donde se desempeña como profesional de la carrera.
En Republica Dominicana el psicólogo, específicamente en el área educativa, tiene retos que cumplir, sin embargo el contexto y muchas veces el sistema, se lo impide. Las necesidades en el sector escolar son altamente graves y más cuando nos referimos a la educación pública en el país, pues el psicólogo debe trabajar bajo la carencia económica y la desorientación de los alumnos, padres y muchas veces hasta la de los profesionales de la educación, como los maestros. Es por tal motivo que el psicólogo educativo tiene que apropiarse del principio ético de beneficencia para poder desempeñar su trabajo en este ámbito. El principio de la beneficencia se enfoca en apreciar las necesidades del otro y realizar actos que puedan beneficiarlo, sin prejuicios y sin esperar nada a cambio, como podría ser ofrecer ayuda psicológica a los alumnos y a sus padres a pesar de que no tengan los recursos o en caso de no tener la capacidad de tratarlo, referirlo. Esto beneficiaria al alumno ya que se le dará mejor atención.
Por otra parte y no menos importante, el psicólogo educativo debe regirse por la responsabilidad profesional, debe ser responsable de hacer un buen trabajo ante todo, siempre velar por la salud psicológica, el comportamiento y el aprendizaje del alumno y como tal, el proceso de avance del mismo, ya que esta es una de las tareas primordial del psicólogo como profesional, también es su responsabilidad mantener la confidencialidad ya que debe ser discreto, guardando y protegiendo la información que obtiene de cada caso particular, de esta manera protege la integridad personal de cada estudiante.
A pesar de la realidad y los cambios que se viven ahora, es de suma importancia que el psicólogo mantenga siempre los principios éticos, pues, son estos los que le permitirán ser un profesional responsable, ya que las responsabilidades de este serán siempre custodiadas por estos principios.
Mabel Núñez | Psicóloga Clínica
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